El proceso de ajuste de la prótesis requerirá de varias visitas para crear un dispositivo que se adapte a usted y sus necesidades. Las visitas posteriores que haga al protésico son tan importantes como la del ajuste inicial. Deberá realizar varias visitas para ajustar la prótesis a medida que el muñón cambia y continúa cicatrizando. Coméntele al protésico si la prótesis le incomoda en algún modo. Puede ayudarle a aliviar las zonas de presión, ajustar la alineación y resolver los problemas que pueda tener. Utilizar la prótesis no debería resultar doloroso. Cuanto más cómodo sea el ajuste, más probable será que usted la use. Converse sinceramente con el protésico sobre sus necesidades y metas. Discuta las cosas que desea y necesita hacer en su vida luego de la cirugía.
En las primeras etapas posteriores a la pérdida de extremidad, se producen muchos cambios en el muñón que pueden hacer que la extremidad se reduzca. Esto puede requerir cambios de encaje, fundas o incluso una nueva prótesis. Un mayor nivel de actividad y el deseo de realizar más actividades puede crear la necesidad de cambiar la prótesis o sus partes. Una vez que se sienta cómodo con el ajuste de la prótesis, solamente se requerirán reparaciones menores o mantenimiento. El protésico debería revisar la prótesis con regularidad para evitar problemas mayores.
Una vez que me hayan ajustado la prótesis y me sienta cómodo, ¿qué sucederá?
Usted debería planificar las visitas posteriores al protésico como parte normal de su vida. Cualquier cambio en el muñón, como inflamación o reducción, o cambio significativo de su peso corporal puede requerir un seguimiento de su protésico para adaptar el ajuste de su encaje. Las prótesis, al igual que los coches, requieren mantenimiento y reparaciones regulares para seguir funcionando. Un pequeño ajuste puede hacer una gran diferencia. El ajuste adecuado del encaje y una buena alineación garantizarán que la prótesis funcione. También puede ayudar a evitar algunas condiciones secundarias que pueden padecer los amputados.